Las Altas Capacidades en España

Según la legislación educativa vigente en España los alumnos de altas capacidades intelectuales necesitan educación especial, pero la realidad en nuestro sistema educativo es muy distinta:

  • Menos de 20.000 alumnos están identificados en nuestro país, cuando si tan solo consideráramos como alumnos de altas capacidades a los superdotados, estos ya representarían el 2% de la población, más de 160.000 alumnos.
  • Al ritmo actual tardaremos más de 45 años en tener identificados a todos nuestros alumnos con altas capacidades y superdotados.
  • La definición de Altas Capacidades es diferente entre las distintas Comunidades Autónomas (en Andalucía percentil 75% en varias áreas, en Madrid percentil 98% en inteligencia y en otras regiones ni se define).
  • Un alto porcentaje de alumnos superdotados y de altas capacidades terminan en fracaso escolar y con problemas emocionales por no recibir educación especial.
  • Los profesores de nuestro país no están formados para atender a los niños más brillantes.
  • La aceleración de curso es la medida más efectiva según todos los estudios internacionales para estos alumnos, pero apenas se utiliza; por el contrario, en muchos casos les hacemos repetir curso por falta de motivación.

La falta de formación del profesorado en este campo y una legislación que confunde alto rendimiento y motivación para los estudios con superdotación están provocando que la mayoría de nuestros alumnos más brillantes pasen por la escuela sin ser identificados y, en muchos casos, terminen sus estudios con fracaso escolar y con graves problemas emocionales.

El mal entendido sistema «inclusivo» nos lleva a tratar de la misma forma a todos los alumnos, con lo que los más capaces se enfrentan a un sistema educativo que no les permite obtener su máximo potencial y que a menudo les lleva a abandonar, aumentando el ya abultado porcentaje de fracaso escolar en nuestro país.

Consecuencias para las Altas Capacidades en España

Las consecuencias tienen su impacto en varias áreas:

  • Menores niveles de alumnos excelentes, muy por debajo de la media de los países de nuestro entorno. Nos faltan los superdotados y las altas capacidades, quienes además no están recibiendo educación especial.
  • Mayores niveles de fracaso escolar, en parte debidos a este porcentaje de alumnos de altas capacidades sin atender.
  • Problemas médicos, psicológicos y crisis familiares porque los niños no encajan en el sistema educativo y los padres sobreviven visitando médicos, neurólogos, psicólogos y profesionales sin formación en este campo, sin encontrar soluciones ni apoyo alguno.
  • Niños medicados y tratados erróneamente para TDAH, Asperger, Trastornos Negativistas Desafiantes, etc. cuando simplemente son superdotados e incomprendidos.
  • Acoso escolar hacia los superdotados por la falta de identificación (el raro, al que se aparta, el que recibe burlas, el empollón…)
  • Pérdida de talento para nuestra sociedad.

Pedimos a las administraciones educativas la actuación urgente para cambiar la situación actual con la formación del profesorado, la facilitación de las aceleraciones de curso de estos alumnos y la creación de aulas abiertas para superdotados y altas capacidades en todos los centros públicos y privados, además de colegios especiales en cada comunidad autónoma.

“La normalización de este colectivo y su inclusión sistemática en las necesidades educativas especiales de los centros es la única vía para no seguir perdiendo tanto talento en nuestras escuelas”.

Por esta razón, difundimos a través de nuestro Congreso de Superdotación y Altas Capacidades, así como a través de todas nuestras publicaciones e intervenciones en medios de comunicación, los diez cambios imprescindibles para la educación de las altas capacidades:

10 cambios imprescindibles en la educación de las altas capacidades en España

1. Fijar un criterio único a nivel nacional para definir a un niño como de Altas Capacidades que no deje fuera a ningún niño superdotado (CI igual o superior a 130), independientemente de su creatividad y su rendimiento escolar, ampliar el concepto de altas capacidades intelectuales a niños con un cociente intelectual de 120 o superior, así como a los niños con talentos especiales (artísticos, deportivos, etc.).

2. Admitir las evaluaciones de los Psicólogos Clínicos Sanitarios dándoles la misma validez que a los diagnósticos realizados por el resto de profesionales sanitarios de nuestro país. Ningún orientador discute un informe médico y no tiene sentido que discuta una evaluación realizada por un psicólogo clínico sanitario.

3. Formar al profesorado y a los equipos de orientación para que sepan identificar tempranamente a alumnos con altas capacidades intelectuales y obtener de ellos su máximo potencial.

4. Acelerar de curso a los niños de altas capacidades un mínimo de tres años durante su etapa escolar, tal como se recoge en la legislación actual, simplificando al máximo los trámites burocráticos a realizar por el centro y considerando esta medida de carácter ordinario igual que la repetición de curso, en lugar de ser excepcional y sin necesitar autorización especial por parte de la administración.

5. Establecer dentro de cada centro escolar el Aula Abierta de Altas Capacidades Intelectuales, a la cual acudirán semanalmente los niños de altas capacidades del centro para realizar actividades de enriquecimiento curricular.

6. Sensibilizar a los estudiantes sobre las diferencias que supone tener altas capacidades intelectuales y desarrollar en los compañeros de los niños superdotados el respeto a la diferencia para evitar los problemas actuales de acoso escolar a niños superdotados.

7. Facilitar la creación de colegios especiales de superdotados, tanto públicos como privados para que los padres que así lo deseen puedan dar a sus hijos educación específica.

8. Facilitar la participación de los estudiantes superdotados en programas universitarios, tanto en programas de verano como en programas especiales de ingreso temprano en la universidad, tal como se hace en otros países desarrollados.

9. Apoyar a las organizaciones sociales que lleven a cabo programas para el desarrollo emocional e intelectual de los superdotados para complementar las actividades realizadas por la administración.

10. Formar a los padres de los niños superdotados y de altas capacidades para que colaboren con la administración en el desarrollo educativo y emocional de estos niños, para que puedan dar su máximo potencial a nuestra sociedad.

“Educar en la diferencia, porque todos tenemos derecho a dar lo mejor de nosotros mismos”

Carmen Sanz Chacón
Presidenta de la Fundación El Mundo del Superdotado